Translate

lunes, enero 26, 2015

Consejitos para Dios - Carolina Jaimes Branger


Querido Dios,

Me entró un fresquito cuando supe que de ahora en adelante serás Tú quien proveerá, porque este gobierno revolucionario es una pifia proveyendo.



Ya pocos creen el cuento de la “guerra económica”. La mayoría está tan convencida de que aquí en Venezuela lo que hay es una “torta económica”, que recibió con beneplácito la noticia de que de ahora en adelante, Tú te encargarás.

Te escribo entonces para darte unos consejitos, porque alguien infinitamente bueno como Tú, no se imagina lo que es vivir en un lugar infinitamente malo, donde hay gente infinitamente mala e infinitamente incapaz. También por aquello de “con el mazo dando” (pero no con el mazo de Diosdado, ojo. Con ése tienes que tener extra cuidado).

Primero, Señor, te digo que no confíes en NADIE. No se te ocurra dejar NADA con los militares, porque esos no cuidan nada. Sé que suena contradictorio que no se pueda confiar en quienes resguardan la Nación, pero te lo digo por tu bien, mosca con ellos. Algunos tienen hasta negocios con los bachaqueros y lo que les entregues irá a parar en Colombia y no nos podemos permitir ese lujo, porque aquí la peladera es pareja. Porque no sé si sabes, Diosito, que aunque tengas dinero, no se encuentra qué comprar.

Si en tu proveeduría te encuentras con un señor que se llama Aristóbulo, ponlo a hacer cola, por favor, aunque no haya cola. Y también mete en esa cola a Yván Bello, Félix Osorio y a Marco Torres y déjalos ahí por un buen tiempo. Yo te explico después.

Querido Diosito, te doy una listica de las muchas cosas que faltan aquí para que no te agarre de sorpresa cuando vengas. Necesitarás un maletón: aquí no se consigue carne, ni pollo, ni leche, ni café, ni harina de maíz y de trigo. Tampoco se encuentran pañales, ni fórmula para bebés, ni compotas. Mucho menos afeitadoras, jabón o champú… Tráete Losartán Potásico por si te sube la tensión, porque aquí uno pasa cada calentera, que es mejor estar prevenido. No creo que tengas problemas de azúcar ni de tiroides, pero mete unas cajitas de Glucofage y Euthyrox por si acaso, porque el estrés enferma, y aunque sé que eres Todopoderoso, te prevengo. Incluye cualquier otro remedio que puedas necesitar. Me imagino que a Ti no te dará cáncer, pero trae quimioterapias, porque no te imaginas lo que han padecido los enfermos por no conseguirla.

Tienes que traer tu carro y los repuestos, empezando por la batería, porque en Venezuela, ni hay carros, ni hay repuestos. Sé que suena al cuento aquel del infierno venezolano ¡y a eso vienes, al infierno!

Como lo de la escasez es la punta del iceberg, te sugiero que traigas a San Marcos para que te ayude a poner orden en este caos financiero, y quizás no sea mala idea invitar a tu gabinete a Tomás de Aquino, Agustín, Alberto Magno o a Buenaventura. Pero, por supuesto, eso lo decides Tú. Yo lo que hago es darte ideas.

Si tienes un rayo congelador como el del Señor Frío de Batman, por favor que no se te quede. Es para congelarle las cuentas a tantas cucarachas y ratas (de ambos lados) que han desvalijado nuestra Nación. Si Tú logras recuperar esos reales, te aseguro que podrás pagar muchas cosas. Porque lo que se han robado no te lo puedes imaginar en tu infinita Misericordia.

Y no sería mala idea que viniera San Miguel Arcángel para que derrote a los demonios que nos acosan. Que se venga con la espada bien afilada y si tienen chalecos antibalas en el Cielo, es recomendable que se traiga al menos uno. Y un casco de titanio. Quien Tú menos piensa, está armado. Y te matan hasta para robarte el celular, de manera que te aconsejo uses uno chimbín, que no es para que no te maten, sino para bajar las probabilidades de que eso suceda. Aunque te advierto que aquí ya no se consiguen vergatarios, si estabas pensando en usar uno de esos.

Finalmente, Señor, me pongo a la orden para servirte de cicerone o asistente. Y te pido encarecidamente que nos traigas paciencia, tolerancia, esperanza y sobre todo, decencia y honestidad. Cualquier duda, me llamas al celular.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios, buenos o malos, siempre serán bien recibidos, mientras sean bien intencionados. Me reservo el derecho de suprimirlos cuando así lo crea necesario, bien sea por cuestiones legales, porque ofendan nuestro lenguaje o por simple sentido común.