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jueves, agosto 21, 2014

Una Fábula Venezolana Por: Arturo Neimanis


Una Fábula Venezolana
Por: Arturo Neimanis

Cuentan por ahí que cuando Dios creó nuestro mundo, al séptimo día descansó. Satisfecho por su obra, convocó a todos los Ángeles del Cielo para que lo acompañaran a un recorrido por el recién inaugurado reino de los hombres.

Cómo todo debe mantener un orden, comenzó a transitar los países en estricto orden alfabético. Algunos espíritus celestes, fieles a su espiritualidad, se vinieron bien apertrechados de vino, cervezas y otras exquisiteces, apropiadas a la ocasión.

A su paso por Alemania, pidió Dios la palabra para anunciar con voz solemne, ¡Estoy satisfecho de mi obra!, para celebrarlo, a los habitantes de este pueblo les daré dos cualidades: Serán Obedientes y Disciplinados. El Arcángel Escribano, tomo nota del decreto para su posterior publicación en la gaceta celestial.

Así continuo el recorrido, un país tras otro, a cada cual, dos cualidades distintivas para su población. A los franceses les hizo gastrónomos y románticos, a los italianos, parlanchines y artistas, a los estadounidenses, estudiosos y metódicos, y así, uno tras otro fueron quedando asentados en el ya largo decreto divino.

Como no podía ser de otro modo, a su paso por cada país, cada nueva asignación iba acompañada del júbilo de sus habitantes… y su correspondiente libación.

Al extremo tal, que ya avanzada la noche, al llegar a Venezuela, tanto Dios como los Ángeles que le acompañaban, no eran ya precisamente una imagen de sobriedad.

Con la lengua un poco trabada por el influjo del alcohol, Dios, ya no tan solemne dijo: a ustedes venezolanos, les haré inteligentes, honrados y chavistas. Nadie reparó en el error.

Al día siguiente, con tamaña resaca celestial, el Ángel Escribano solicitó audiencia con el creador, ante el cual planteó: ¡Oh mi Señor!, me parece que ayer cometimos un pequeño error, a todos los habitantes del mundo se les concedieron dos cualidades mientras que a los venezolanos se les dieron tres.

Después de una breve meditación, Dios anunció: No importa mi amado Arcángel Escribano, lo hecho, hecho está, ya no podemos enmendar ese error, para mitigarlo un poco, coloca esta acotación, si bien les concedo sus tres cualidades, sólo podrán ejercer a la vez, dos.

Así quedó registrado y así se convirtió en ley, lo cual explica muy bien todo lo que hoy, acontece en nuestro país.

Aquellos que son inteligentes y Honrados, están imposibilitados para ser chavistas.

Los Chavistas honrados no se distinguen por su inteligencia.

Y algunos, quizás más de los que debieran, chavistas muy inteligentes, de la honradez no conocen ni el nombre.

Por tanto, a mis coterráneos que se sienten culpables, olviden ya esa culpabilidad, sólo Dios es responsable del desastre que aqueja a nuestra patria en estos tiempos de obscuridad.

Arturo Neimanis





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