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jueves, febrero 26, 2015

Hoy me cuesta escribir - Nitu Pérez Osuna

Tengo náuseas … porque no logro entender lo que pasa en este país, el cual no reconozco. Soy nieta de militar y tengo alergia al verde oliva, a la PNB, a los milicianos o colectivos, que desenfundan sus armas contra estudiantes, jóvenes y niños. Siento desprecio profundo por quienes detentan el poder y son cómplices de la violencia por acción u omisión. Pero mayor es mi desprecio por quienes creía “míos” porque soñábamos con la libertad y la justicia … pero descubro de pronto que se convirtieron en “ellos” para mantener migajas de privilegios.

Mi alma esta desecha, triste, aturdida con tanto ajusticiamiento al futuro. Y busco reacciones en quienes se auto califican de “líderes” y, salvo honrosas excepciones, lo que encuentro son llamados a elecciones primarias y parlamentarias … y mis náuseas se acrecientan.

“Cuando se tiene un hijo se tienen todos los hijos del mundo” decía Andrés Eloy Blanco, y esta semana me mataron a seis más con tiros en la cabeza: Julio Alejandro Garcia Adonis, Jhon Barreto Ramírez, Yasmir Tovar, Luis Aranyi Garcia, Jose Daniel Frías Pinto y el niño Kluiverlh Roa.

Sin embargo, hace apenas unos días la Canciller Delcy Rodríguez, en una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU, tuvo el tupé de asegurar que “afortunadamente Venezuela … es una zona libre de violencia …, así como también, es la región de América Latina y el Caribe con el menor gasto militar”… cinismo puro, inmoralidad, ceguera o complicidad la de esta jerarca del régimen que una vez más enluta a Venezuela.

¿Libre de violencia? La ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reportó que sólo durante el año pasado se registraron 24 mil 980 muertes violentas, colocando al país como el segundo con mayor número de homicidios, después de Honduras.

Esta ONG presidida por Roberto León Briceño, informó “que los datos fueron obtenidos por los investigadores de las siete universidades que integran el OVV, partiendo del análisis de los resultados ofrecidos por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, los archivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y cálculos propios … estadísticas estas presentadas para mitigar la censura oficial a los datos de criminalidad y exponer que no han existido avances en el control del delito y la violencia“, a pesar de los más de 20 planes de seguridad anunciados por las autoridades. (Subrayado de esta columnista).

Señores Delcy y Jorge Rodríguez, ¿cómo es posible que en la V pasen cosas tan terribles como la que le pasó a su padre, secretario general de la Liga Socialista, asesinado cuando estaba preso en los sótanos de la Disip? ¿Cómo es posible que ustedes, víctimas de la violencia policial, ahora no digan nada o peor aún, nieguen los asesinatos de estudiantes presos o detenidos por protestar? Los asesinos de su padre: Guillermo Zambrano, Braulio Gudiño, Juan Alvarez Díaz e Itamar Ramírez, fueron encarcelados, juzgados, sentenciados y cumplieron su condena, mientras que los asesinos de la revolución no tienen nombre ni rostros y pareciera que tienen licencia para matar.

¿Será que ustedes llegaron al poder para cobrarse la factura de la muerte de su padre con gente inocente? ¿Será que ese es el hombre nuevo creado por Chávez y su revolución, continuada por Maduro y que ustedes apoyan y defienden?

El arrebatarle la vida a un ser por sus ideas políticas equivocadas o no, es reprochable ayer y hoy, pero es posible que ustedes justifiquen la masacre impuesta por el régimen que representan con aquello de que “en la IV también pasaba”. ¡Ya basta!

Me cuesta creer que dentro de la revolución no haya nadie que alce su voz ante tanta barbarie.

Vuelvo a Andrés Eloy y lo parafraseo:

“Cuando se tienen 6 hijos, más 43, más 19, más …
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas”.

Hoy miércoles 25 estaré en la Nunciatura Apostólica con las madres en la calle. Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, asesinada en febrero de 2014 de perdigones en el rostro disparados por un funcionario policial, nos convoca para que no caiga un hijo más de Venezuela y a pesar de que vivimos bajo un régimen ateo, solicitaremos ante el Nuncio la mediación del Papa Francisco quien ha dicho: 

el verdadero culto de Dios no lleva a la discriminación, al odio y a la violencia sino al respeto de la vida”.

Dios ayúdanos a librarnos de tanto mal.

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