¡Nunca
subestimes a un Pendejo!
“Le tengo mucho miedo a los pendejos,
porque son muchos y pueden elegir un presidente”
“Coman yerba señores, millones de
vacas no pueden estar equivocadas”
(Facundo Cabral, Cantautor Argentino)
Facundo Cabral era un hombre
con profundas convicciones tanto religiosas como políticas, reflejos de ello
encontramos en muchas de las letras de sus canciones y hoy, dos en especial, me
han hecho reflexionar.
Se nos ha dicho desde hace
mucho tiempo que la Democracia es un sistema imperfecto pero que es la menos
mala de todas las formas de gobierno intentadas por el hombre a través de la
historia. Yo era un ferviente devoto de esta opinión hasta diciembre de 1998.
Me refiero tan sólo a las elecciones de ese año porque a mi entender fueron las
últimas celebradas en nuestro país que no están signadas con la sombra de la
duda.
Millones de venezolanos,
yo no, yo vote en contra, decidieron en esa fecha que era oportuno comenzar a
comer yerba y cumpliendo con el vaticinio de Facundo Cabral eligieron su
presidente. Hoy, diez y seis años más tarde, la yerba se secó y los pendejos
aún siguen al frente. Bien lo dice el dicho, “es más fácil engañar a la gente que convencerlos que han sido engañados”.
¿Qué hace falta para
quitar la venda de los ojos a los millones de pendejos que pululan por la
geografía nacional? ¿Existe una cura para la “pendejura”? No lo sé aunque me
gustaría averiguarlo. Mientras tanto, ya que tanto se está hablando de una
constituyente para resolver nuestros actuales problemas (con la que no estoy de
acuerdo mientras no se cambie el organismo electoral por uno verdaderamente
imparcial), yo propongo que se incluya en la nueva constitución que de allí
salga una cláusula que condicione el derecho al voto, solo podrán votar aquellas
personas que previo examen psicológico certificado por expertos reconocidos,
demuestren estar libres del síndrome del pendejo.
Mientras tanto, podríamos
tratar de contener un poco la amenaza representada por semejante manada de
vacas, por mantener el ejemplo inicial y con la venia de las vacas claro, tan
solo permitiéndole votar a aquellos que no hayan ejercido ese deber cívico en
los últimos veinte años. Eso al menos haría más fácil el conteo a ver si alguna
vez nos podemos comparar con otros países en materia de celeridad para dar los
resultados. Para muestra un botón, la India con más de cien millones de
votantes, en sus últimas elecciones, que fueron manuales, dieron resultados
definitivos un par de horas después de finalizados los comicios.
Finalmente, como siempre,
los venezolanos nos hemos destacado, acá hay que temer aún más a los pendejos,
siendo muchos, ya llevan muchos presidentes elegidos y cada vez, el prado esta
menos verde.
Arturo Neimanis
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tus comentarios, buenos o malos, siempre serán bien recibidos, mientras sean bien intencionados. Me reservo el derecho de suprimirlos cuando así lo crea necesario, bien sea por cuestiones legales, porque ofendan nuestro lenguaje o por simple sentido común.