“No
estoy interesado en el poder, no lo ambiciono… Restableceremos todos los
derechos y libertades, incluyendo la absoluta libertad de prensa. Tenemos un
país libre. Sin censura. El pueblo puede reunirse libremente. Nunca vamos a
usar la fuerza y el día que el pueblo no me quiera, me iré.”
Fidel
Castro, Enero de 1959
Con los regímenes
totalitarios, llámense socialistas, comunistas o como les dé la gana que les
digan, solo hay una cosa que podemos dar por cierta, unos pocos ganan y la gran
mayoría pierde. Siempre ofrecen excusas más nunca reconocen los errores
cometidos.
Mentir es su arte supremo,
divagar, ser corruptos, prometer cosas que están seguros no han de cumplir, hacer
precisamente lo que critican en otros, cubriéndolo con el maquillaje de un
manto social, de pueblo, intentando crear vitrinas para que el mundo piense que
son los más democráticos del mundo. Solo mentiras, la mentira como política de
estado.
Da tristeza ver cómo
personas con grandes cualidades, carisma y capacidades, que pudieron hacer
mucho más por sus países y por el mundo entero, terminaron dejándose llevar por
su ego, la sed de dominación y poder. La humanidad se ha visto llena de
personajes oscuros como Fidel Castro, Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro,
quienes se erigen como salvadores y a la final son simplemente ídolos de barro.
Fidel Castro, por ejemplo,
prometió en febrero de 1959: “en breves
años elevaremos el estándar de vida”. Cincuenta y cinco años, no tan
breves, más tarde, aún continúan ofreciendo lo mismo los que han heredado su
trono. No sería tan preocupante de no ser por el hecho que Hugo Chávez, el mal
llamado cristo de los pobres, ofreció lo mismo en su toma de posesión y después de diez y seis
años, al igual que los zombis en Cuba, los nuestros acá en Venezuela siguen a la espera, y los respectivos herederos
continúan prometiendo lo mismo.
También en aquel lejano
1959, Castro declaró “Habrá libertad para
los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra y nos critican”.
Coincidiendo casi textualmente con lo dicho por Chávez cuando era candidato a
la presidencia en 1998. Son secretos, muy bien guardados, las pruebas que
evidencien que tales promesas se hayan hecho realidad.
Hugo Chávez, en entrevista
a Cesar Miguel Rondón en 1998, indicó que el país estaba al borde de una guerra
civil, entre otras razones porque “…hay niños
abandonados por todas partes; un gobierno que no gobierna, corrupción
desmedida, y ahora sumemos el descenso vertiginoso del precio del barril de petróleo…”.
En una entrevista con el
periodista peruano Jaime Bayly, Chávez prometió llevar el IVA a un 6,5%. Se ha mantenido en
12%, por ahora. En esa misma entrevista aseveró que él no era socialista. (Nada extraño dado que su maestro Fidel les aseguro a los estadounidenses en 1959 que él no era comunista).
El periodista Óscar Yanes mostró
las contradicciones de Hugo Chávez y vaticinó gran parte del caos que hoy día
vive el país, luego de entrevistarlo en su programa “La Silla Caliente”, también
en 1998 cuando aspiraba a la presidencia de la República.
Mentiras y más Mentiras,
como aquellas cuando era un candidato desconocido al jurar que jamás se
perpetuaría en el poder, o que no nacionalizaría nunca nada, o mentiras
históricas como esa en la que denigró de
la dictadura que han mantenido por 55 años los hermanos Castro en Cuba, o que
no se metería en la política de otros países, o que los poderes del Estado son
independientes y pare usted de contar.
La única promesa que Fidel
si cumplió: “Mi barba significa muchas
cosas para mi país. Cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen
gobierno, me la afeitaré”.
Nada más apropiado que sus propias palabras
en su discurso del primero de enero de 1999: "Los pueblos lucharán, las masas desempeñarán importante y decisivo
papel en las luchas, que en el fondo será su respuesta a la pobreza y los
sufrimientos que les han sido impuestos".
Para concluir, una frase
atribuida a muchos políticos a lo largo de la historia que bien podría salir de
la boca de cualquiera en la actualidad: "Cuando nuestro gobierno llegó al poder, la nación estaba al borde del
abismo. Desde entonces, hemos dado un gran paso hacia adelante".
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