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jueves, noviembre 20, 2014

La lengua, castigo del cuerpo - Arturo Neimanis


No estoy interesado en el poder, no lo ambiciono… Restableceremos todos los derechos y libertades, incluyendo la absoluta libertad de prensa. Tenemos un país libre. Sin censura. El pueblo puede reunirse libremente. Nunca vamos a usar la fuerza y el día que el pueblo no me quiera, me iré.

Fidel Castro, Enero de 1959

Con los regímenes totalitarios, llámense socialistas, comunistas o como les dé la gana que les digan, solo hay una cosa que podemos dar por cierta, unos pocos ganan y la gran mayoría pierde. Siempre ofrecen excusas más nunca reconocen los errores cometidos.

Mentir es su arte supremo, divagar, ser corruptos, prometer cosas que están seguros no han de cumplir, hacer precisamente lo que critican en otros, cubriéndolo con el maquillaje de un manto social, de pueblo, intentando crear vitrinas para que el mundo piense que son los más democráticos del mundo. Solo mentiras, la mentira como política de estado.

Da tristeza ver cómo personas con grandes cualidades, carisma y capacidades, que pudieron hacer mucho más por sus países y por el mundo entero, terminaron dejándose llevar por su ego, la sed de dominación y poder. La humanidad se ha visto llena de personajes oscuros como Fidel Castro, Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro, quienes se erigen como salvadores y a la final son simplemente ídolos de barro.

Fidel Castro, por ejemplo, prometió en febrero de 1959: “en breves años elevaremos el estándar de vida”. Cincuenta y cinco años, no tan breves, más tarde, aún continúan ofreciendo lo mismo los que han heredado su trono. No sería tan preocupante de no ser por el hecho que Hugo Chávez, el mal llamado cristo de los pobres, ofreció lo mismo en  su toma de posesión y después de diez y seis años, al igual que los zombis en Cuba, los nuestros acá en Venezuela siguen  a la espera, y los respectivos herederos continúan prometiendo lo mismo.

También en aquel lejano 1959, Castro declaró “Habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra y nos critican”. Coincidiendo casi textualmente con lo dicho por Chávez cuando era candidato a la presidencia en 1998. Son secretos, muy bien guardados, las pruebas que evidencien que tales promesas se hayan hecho realidad.

Hugo Chávez, en entrevista a Cesar Miguel Rondón en 1998, indicó que el país estaba al borde de una guerra civil, entre otras razones porque “…hay niños abandonados por todas partes; un gobierno que no gobierna, corrupción desmedida, y ahora sumemos el descenso vertiginoso del precio del barril de petróleo”. 

En una entrevista con el periodista peruano Jaime Bayly, Chávez prometió llevar el IVA a un 6,5%. Se ha mantenido en 12%, por ahora. En esa misma entrevista aseveró que él no era socialista. (Nada extraño dado que su maestro Fidel les aseguro a los estadounidenses en 1959 que él no era comunista).


El periodista Óscar Yanes mostró las contradicciones de Hugo Chávez y vaticinó gran parte del caos que hoy día vive el país, luego de entrevistarlo en su programa “La Silla Caliente”, también en 1998 cuando aspiraba a la presidencia de la República.



Mentiras y más Mentiras, como aquellas cuando era un candidato desconocido al jurar que jamás se perpetuaría en el poder, o que no nacionalizaría nunca nada, o mentiras históricas como esa en la que denigró  de la dictadura que han mantenido por 55 años los hermanos Castro en Cuba, o que no se metería en la política de otros países, o que los poderes del Estado son independientes y pare usted de contar.


La única promesa que Fidel si cumplió: “Mi barba significa muchas cosas para mi país. Cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen gobierno, me la afeitaré”. 

Nada más apropiado que sus propias palabras en su discurso del primero de enero de 1999: "Los pueblos lucharán, las masas desempeñarán importante y decisivo papel en las luchas, que en el fondo será su respuesta a la pobreza y los sufrimientos que les han sido impuestos".


Para concluir, una frase atribuida a muchos políticos a lo largo de la historia que bien podría salir de la boca de cualquiera en la actualidad: "Cuando nuestro gobierno llegó al poder, la nación estaba al borde del abismo. Desde entonces, hemos dado un gran paso hacia adelante".

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