Una Fábula Venezolana
Por:
Arturo Neimanis
Cuentan por ahí que
cuando Dios creó nuestro mundo, al séptimo día descansó. Satisfecho por su
obra, convocó a todos los Ángeles del Cielo para que lo acompañaran a un
recorrido por el recién inaugurado reino de los hombres.
Cómo todo debe mantener un
orden, comenzó a transitar los países en estricto orden alfabético. Algunos espíritus
celestes, fieles a su espiritualidad, se vinieron bien apertrechados de vino,
cervezas y otras exquisiteces, apropiadas a la ocasión.
A su paso por Alemania, pidió
Dios la palabra para anunciar con voz solemne, ¡Estoy satisfecho de mi obra!, para celebrarlo, a los habitantes de
este pueblo les daré dos cualidades: Serán Obedientes y Disciplinados. El Arcángel
Escribano, tomo nota del decreto para su posterior publicación en la gaceta
celestial.
Así continuo el recorrido,
un país tras otro, a cada cual, dos cualidades distintivas para su población. A
los franceses les hizo gastrónomos y románticos, a los italianos, parlanchines
y artistas, a los estadounidenses, estudiosos y metódicos, y así, uno tras otro
fueron quedando asentados en el ya largo decreto divino.
Como no podía ser de otro
modo, a su paso por cada país, cada nueva asignación iba acompañada del júbilo
de sus habitantes… y su correspondiente libación.
Al extremo tal, que ya
avanzada la noche, al llegar a Venezuela, tanto Dios como los Ángeles que le
acompañaban, no eran ya precisamente una imagen de sobriedad.
Con la lengua un poco
trabada por el influjo del alcohol, Dios, ya no tan solemne dijo: a ustedes venezolanos, les haré
inteligentes, honrados y chavistas. Nadie reparó en el error.
Al día siguiente, con
tamaña resaca celestial, el Ángel Escribano solicitó audiencia con el creador,
ante el cual planteó: ¡Oh mi Señor!, me
parece que ayer cometimos un pequeño error, a todos los habitantes del mundo se
les concedieron dos cualidades mientras que a los venezolanos se les dieron
tres.
Después de una breve
meditación, Dios anunció: No importa mi
amado Arcángel Escribano, lo hecho, hecho está, ya no podemos enmendar ese
error, para mitigarlo un poco, coloca esta acotación, si bien les concedo sus tres
cualidades, sólo podrán ejercer a la vez, dos.
Así quedó registrado y así
se convirtió en ley, lo cual explica muy bien todo lo que hoy, acontece en
nuestro país.
Aquellos que son
inteligentes y Honrados, están imposibilitados para ser chavistas.
Los Chavistas honrados no
se distinguen por su inteligencia.
Y algunos, quizás más de
los que debieran, chavistas muy inteligentes, de la honradez no conocen ni el
nombre.
Por tanto, a mis coterráneos
que se sienten culpables, olviden ya esa culpabilidad, sólo Dios es responsable
del desastre que aqueja a nuestra patria en estos tiempos de obscuridad.
Arturo
Neimanis
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