CAPITULO XXXVI
Una Pirámide Psicodélica
Opio,
alcohol, Marihuana... El uso de las drogas entre las personas es uno de los métodos
utilizados por las sombras para subyugarlas. Llevan siglos intentado encontrar
la droga perfecta para que las masas puedan evadirse de sus problemas y tomen
un viaje de vez en cuando a otra dimensión. El objetivo es que estén permanentemente despreocupadas y
sean felices en su esclavitud.
Una
droga con poderosos efectos sobre el estado de conciencia del individuo pero
sin efectos indeseados ni nocivos para su salud. Máximo efecto, mínimo
perjuicio. Las que más se adecuan a estos requisitos -aunque lejos de lo
deseado- por el momento, son el alcohol y la marihuana; ésa es la verdadera
razón por la que los medios no dejan de hacer propaganda para expandir su
consumo.
Las
campañas para promover el alcohol son evidentes, están por todas partes: películas,
música, videojuegos, anuncios publicitarios, ídolos, revistas, noticias. La promoción de la marihuana en cambio es algo
más difícil de percibir.
Tomó
fuerte impulso con la contracultura de los años 60 y 70, cuando se facilitó el
acceso a este tipo de sustancias.
Se
asoció el consumo de marihuana con la paz, la rebeldía y la oposición al
sistema de la misma manera que Edward
Bernays relacionó el tabaco con la libertad de la mujer a principios del
siglo XX. Personajes como Bob Marley solo eran figuras, que la maquinaria de
propaganda de las sombras, hizo erigir como celebridades mundiales para
inculcar en la mente de todos los valores que ellas desean.
Una
gran cantidad de fábulas han empezado a circular sobre el Cannabis como ya
ocurrió una vez con el tabaco. Si tenemos en cuenta que buena parte de los
estudios que se hacen son fraudulentos, la interpretación que los periodistas
hacen de estos estudios y la interpretación que la gente hace de las noticias
de dichos periodistas, lo que obtenemos son mitos y mentiras por doquier.
Estoy
convencido que hay seres de gran influencia interesados en la difusión de estos
cuentos, porque algo no muy bueno están ocultando. De no ser así, no sería
necesario mentir.
Actualmente
los consumidores de marihuana, aparte de creer que es beneficiosa para el
cáncer y de presentar una curiosa tendencia a obviar sus efectos más visibles,
a nivel cognitivo, piensan que el gobierno les oprime y persigue para que no
fumen. A pesar de ello, es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo.
Lejos
de la falsa persecución a la que están sometidos los consumidores, lo cierto es
que ya se ha preparado el terreno y está
todo planificado para crear una industria y un mercado legal a nivel mundial,
que expandirá su consumo hasta niveles jamás vistos. Las personas que por
circunstancias diversas no sucumban inicialmente a la propaganda que les rodeará
al día a día, lo acabaran haciendo por la presión social ejercida por sus
compañeros, amigos e incluso su familia.
Sin
embargo, no tengo motivos para sentirme alarmado, se porque las sombras desean
hacer esto. El estado mental inducido por la droga hace a estas mentes
favorables para ser poseídas por estos malignos seres. Pero también les hace
vulnerables a la energía residual de los otrora existentes portales entre
nuestros mundos.
Eso
fue lo que acabó con todos los ocupantes de la pirámide canadiense. No me
percaté de ello mientras estuve adentro ya que seguramente mis sentidos se
habían aletargado un poco ante la continua exposición pero, una vez afuera, al
volver a entrar en la edificación para resguardarme un poco del frio mientras
esperaba que el cielo se aclarara para orientarme, pude sentir el inconfundible
olor.
Literalmente
estábamos respirando una atmosfera de Marihuana. Al principio pensé que tal vez
la estaban utilizando en mi contra pero en realidad, era demasiado contaminar
así toda la atmosfera del entorno sólo para mí que estaba en una celda, lo
lógico era que sólo la aplicasen allí. En realidad su función era mantener el control
sobre todas aquellas personas.
Eso,
y el buscar una explicación a sus muertes, me hizo recordar que recientemente,
unos quince o veinte años atrás de la época en la que me encontraba, Nicola
Tesla, por medio de una carta, se dirigió al presidente Wilson revelando poseer
un rayo capaz de destruir grandes extensiones de tierra. Denominó a su invento
“el rayo de la muerte”. De acuerdo con su carta, ya había logrado resultados
concretos que demostraban su enorme poder destructivo y ponía como condición
para su entrega que fuera utilizado solamente con fines defensivos.
Reveló,
además, que durante 1908, mientras su amigo Robert Peary intentaba llegar al
Polo Norte, envió uno de sus rayos para que cayera al oeste de donde este se
encontraba. De acuerdo con los registros que obran en la Fundación Tesla, envió
un críptico telegrama a Peary en el que le anunciaba que recibiría una
inequívoca señal de Tesla mientras se encontraba de camino al Polo.
Peary
volvió sin haber percibido nada anormal. Pero el mismo día que conquistaba el
Polo, una devastadora y todavía inexplicada explosión sacudió a la zona de
Tunguska, en Siberia, Rusia. Cerca de 3.000 kilómetros cuadrados de bosque
fueron barridos por una detonación que se calcula tuvo el poder equivalente a
una bomba atómica de 50 megatones. Nunca se dio una explicación convincente al
suceso, ya que jamás se encontraron restos de algún meteorito, cráter u otro
factor capaz de explicar semejante devastación.
En
su carta al presidente, Tesla sugería que su rayo había sido el culpable de esa
explosión y, debido a errores en sus cálculos, el estallido se había producido
en una zona alejada de sus planes. Escribió que al enterarse del peligro que
encerraba su invento, decidió desarmar la maquina hasta que estuviesen dadas las
condiciones para que sea debidamente comprendida.
No
tengo ninguna duda que ambos hechos están relacionados. Después que me reúna
con Assabin voy a dirigirme a Brasil para recabar más información. Si estoy en
lo cierto, será un arma formidable para acabar con las sombras.
Continuará...
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